El proyecto aborda la inseguridad hídrica influenciada por procesos de urbanización insostenibles en los Andes, donde la ciudad de Ayacucho es un caso representativo. Desde la perspectiva de la planificación y desarrollo urbano, el crecimiento acelerado y no planificado de la ciudad es un factor primario que amenaza el balance hídrico urbano-rural en la cuenca de Cachi. Aunado a un contexto de cambio climático y variabilidad climática, la gestión del agua para el consumo humano, actividades productivas y subsistencia de ecosistemas, demanda por soluciones innovadoras a fin de garantizar el bienestar de la población.
Asumiendo un enfoque de Urbanismo Paisajístico en las prácticas de planeamiento urbano en contextos locales, el proyecto tiene como objetivo influir en el modus operandi de nuestra sociedad en cuanto a las dinámicas de ocupación del territorio, de modo que el equilibrio hídrico urbano / rural se sintonice en términos deseables y sostenibles. Clave para ello es el diseño e implementación de infraestructuras verdes con funcionalidad eco-hidrológica, como mecanismos para incrementar la disponibilidad y calidad del agua, mitigar impactos de eventos extremos y propiciar espacios que contribuyan a la calidad de vida.